Ecuador está lleno de grandes y talentosos artistas que han entregado al país importantes reconocimientos. Uno de ellos es el sincero y carismático Ricardo Pita quien habló para MBN News y contó detalles de su vida y de su profesión; lleva la música como un estandarte, aprendió de ella como a comer o a respirar, vive dentro él y es parte de su interior.
Viene de una familia que gusta del arte. Sus padres tocan la guitarra y cantan, por eso ama hacer canciones y trasmitir un mensaje positivo que haga pensar en lo efímero de la vida.
Libertad con propósito
La música para él es como criar un hijo, es parte de su vida desde que nació y un recuerdo formado a lo largo del camino. Siente esa libertad al componer canciones que lleven una recomendación clara y que la gente se identifique.
Ricardo nació en Guayaquil, aunque, los campos del cantón Milagro forjaron recuerdos que él atesora, por eso eligió la música para contar historias. Es un artista que siempre está en la búsqueda de algo nuevo, sus creaciones tienen sus vivencias, aquellas que nunca se conforman con sonar y ser famosas, sino que sean portavoces de un cambio, uno que se pule con esmero hasta encontrar un equilibrio, ese que todo compositor busca en sus letras.
Su carrera está marcada con varias colaboraciones, entre esas con Jorge Drexler y uno de los recuerdos que tanto le impactan es cuando abrió el concierto de Luis Alberto Espineta, la única vez que vino al Ecuador.
“La nación vive en mí”
A Hugo Hidrovo y Héctor Napolitano los considera grandes, estos artistas guayaquileños son sus maestros y quienes marcaron en él la música ecuatoriana, esa que no tiene que envidiar nada a nadie.
Ricardo siempre busca un cambio. Su primer disco empezó solo con una guitarra de madera; hoy ha evolucionado tanto que en sus canciones ya se sienten los cambios y se escuchan muchos sonidos electrónicos. Para él cada disco tiene su piel, siempre está mutando, “de lo contrario me aburriría”, manifiesta con una sonrisa.
“Mi música viene de vivencias”, dice, es ahí donde narra sus viajes, sus aventuras. En cada lugar hay algo nuevo que contar, pero a su país siempre vuelve porque Ecuador está dentro de él.
Hacer el bien y dar gracias
Ricardo Pita, como el gran artista que es, todo el tiempo compone y elige melodías que le hagan bien a la gente. Así, en la canción Viento Eterno cuenta que la vida es buena de verdad y cuando le dicen gracias por decir eso y reconocen su interpretación, para él es lo mejor de la vida. “Salir de un concierto y que los fans afuera me den ese aliciente es buenísimo”, indica. Sus canciones tienen el mensaje de hermandad para los locos y reprimidos.
“Para mí no hay generaciones, son solo años que se acumulan con más experiencias”, declara. Por eso llegar a los jóvenes, en la actualidad, es contar y cantar un mensaje de positivismo. “Yo me miro en mis canciones, las compongo para mí y me imagino en ellas, todo tiene un sentido y hago que la gente sienta… por ahí creo que llego a todos mis hermanos”.